Las pasiones tienen causas y no principios.
La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella.
El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos.
Abstenerse de recuerdos, a veces es una cuestión de supervivencia.
Hazlo o no lo hagas. No existe el Probar.
El destino se ríe de las probabilidades.
Nuestras virtudes son, a menudo, hijas bastardas de nuestros vicios.
La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
Azotes viciosos.
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